Importancia de la lectura en los niños desde edades tempranas

Por: Lcda. Susana Sabando Antón
22 de octubre de 2022

Leer, una acción que traslada en el tiempo, que ayuda a descubrir y a adquirir nuevos conocimientos, a identificar lugares, personas y circunstancias de una manera real e imaginaria, que además de desarrollar en el ser humano la parte cognitiva, perfecciona el lenguaje y enriquece el vocabulario y la escritura.

La lectura es un proceso complejo que involucra el perfeccionamiento de destrezas, aptitudes, intereses, motivaciones y capacidades. En esta preparación se debe tener presente las características según las edades de los niños, con la finalidad de conseguir que el deseo de leer se convierta en una necesidad en ellos (Arias, 2010, p. 48).

Varios autores han realizado estudios sobre la importancia de desarrollar la lectura en los estudiantes desde pequeños, concluyendo en los múltiples beneficios que ofrece. Es importante que los niños adquieran y desarrollen el hábito lector, que crezca la necesidad de cultivar la lectura y que esta no se vuelva una exigencia sino un deseo diario.

En ese sentido, se deben aplicar estrategias que la incentiven y que estén dirigidas a utilizarlas como herramientas para adquirir habilidades cognitivas y sociales, así como un medio de comunicación entre el lector, la lectura y los aprendizajes.

Es por ello que, desterrar la misma como un castigo verdugo: “si no te portas bien te mando a leer”, cuántos fueron amenazados de esa manera, razón por la cual se creó una apatía a la lectura.

Los adultos deben ser responsables de incentivar la lectura de muchas maneras desde las edades tempranas. Científicamente está comprobado que el bebé desde que está en el vientre materno escucha, razón por la cual, es de suma importancia que se aproveche este tiempo para leerles.

Asimismo, mientras están en esta etapa, se está poniendo bases sólidas para desarrollar el hábito de leer, que se debe continuar fomentando en los primeros años de vida, mediante pictogramas, lecturas guiadas por una persona mayor, dramatizaciones, entre otras actividades.

Si el ánimo es incentivar la lectura, es necesario que se apliquen las estrategias que van en la dirección de fomentar el amor a la lectura, así se logra asiduos lectores que contagiarán a los demás de este hermoso hábito.

Entre los beneficios que se puede destacar están la ampliación del vocabulario, la comprensión de los textos y el mejoramiento de la ortografía, ya que se pone en práctica la memoria fotográfica lo que favorece en gran medida la escritura.

Los adultos tienen la obligación de ser portavoces y responsables de diseñar estrategias y mecanismos, para conseguir que los niños adquieran el hermoso placer de leer. Es importante destacar que la responsabilidad no solamente es de la escuela.

En resumen, es necesario que se trabaje desde la familia para lograr el fortalecimiento del hábito de la lectura desde edades tempranas, tomando en cuenta que una persona que lee es como una planta que se cultiva con amor y cariño.

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